¿Por qué no se recicla en Chile?
El reciclaje es una práctica que consiste en aprovechar los materiales que ya han sido usados para crear nuevos productos, reduciendo así el impacto ambiental de la generación de residuos. Sin embargo, en Chile el reciclaje aún es una actividad poco desarrollada y con muchos desafíos por delante.
Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, en 2019 Chile generó 17,5 millones de toneladas de residuos sólidos, de los cuales solo el 10% se recicló. Esto significa que cada chileno produjo en promedio 0,96 kilos de basura al día, y que solo el 9,6% de esa basura se recuperó para darle un nuevo uso.
¿Cuáles son las razones que explican este bajo nivel de reciclaje en Chile?
Algunos factores que influyen son:
- La falta de educación ambiental: muchas personas no conocen los beneficios del reciclaje ni cómo separar correctamente los residuos según su tipo (plástico, papel, vidrio, metal, orgánico, etc.). Además, existe una cultura de consumo desmedido que fomenta el desperdicio y la generación de más basura.
- La escasa infraestructura: en Chile hay pocos puntos limpios o contenedores específicos para depositar los residuos reciclables. Según el Ministerio del Medio Ambiente, solo el 40% de las comunas del país cuenta con al menos un punto limpio. Además, hay poca inversión en plantas de tratamiento o reciclaje que puedan procesar los materiales y transformarlos en nuevos productos.
- La falta de incentivos: en Chile no existe una ley que obligue a las empresas a hacerse responsables de los residuos que generan sus productos (responsabilidad extendida del productor o REP). Tampoco hay una normativa que regule el mercado del reciclaje y que establezca precios justos para los materiales reciclados. Esto hace que el reciclaje no sea rentable ni atractivo para los actores involucrados.
- La poca participación ciudadana: aunque hay algunas iniciativas locales o comunitarias que promueven el reciclaje, como las ferias libres o los grupos de recolectores informales, la mayoría de la población no se involucra activamente en esta práctica. Muchas veces se debe a la falta de información, confianza o motivación para reciclar.
Estos son algunos de los desafíos que enfrenta Chile para avanzar hacia una economía circular, donde los residuos se conviertan en recursos y se reduzca el impacto ambiental de la actividad humana. Para lograrlo, se requiere de un cambio cultural, político y económico que involucre a todos los sectores de la sociedad: gobierno, empresas, organizaciones y ciudadanos.